miércoles, 22 de septiembre de 2010

DIARIO DE UN FINAL - Día 1

La Agonía

Mi cara se ve gris, las ojeras se notan más que de costumbre, mi voz esta ronca por los cigarros que me he consumidos en las últimas horas. Me duele la espalda y el estómago de estar sentada en el frío y de las tazas de café que he tomado para no dormirme, no me gusta dormirme y que se me olvide mi realidad, porque cuando despierto me duele como si todo empezara de nuevo. Me duele el corazón. Lo extraño tanto que mis manos se contraen cuando me imagino que viene a verme. Mi radio esta silenciado, tengo miedo de escucharlo vibrar y sentir como vinagre en la herida. El ambiente es opaco, pero me mantengo alerta. Sí me voy a morir, quiero estar conciente, quiero recordar como fue, por qué fue, y qué se sintió para no volver a temer si algún día debo dejarme morir de nuevo. No estoy peleando contra mis sentimientos, eso me ha hecho más fáciles las cosas. Lo amo, lo amo con toda mi alma, así egoísta y cruel como puede llegar a ser. Por eso tengo que morirme con todo y ese sentimiento. Sé que no tengo ya opción, y lo acepto.

Una señal de luz

Ahora sí la veo, algo puedo alcanzar a ver que no es necesariamente malo. Por primera vez acepto mi realidad, reconozco que no tengo ya el poder de cambiarla, hice lo más que pude, llegué tan lejos como pude. Duermo y como tranquila, no tengo miedo, siento paz. Mi hermana dice que es el primer síntoma de que por fin esto va a terminar desde mi interior. No antagonizo los sentimientos. Extraño Y quiero estar lejos, lo amo Y quiero que esto termine, quisiera verlo Y no debo verlo , además.........alguien me enseñó que en este jardín hay una rosa para cada quien, esa creencia es mi luz.

Resignación

Es lo único que necesitaba, resignarme. Se acabó y no es el fin, simplemente se acabó y no tengo porque resistirme. Hace dos días leí algo en un anunció que no he podido olvidar : vivir, amar y dejar ir. Mi batalla ahora tiene que ver con el pasado, con pararme de frente aunque me ponga nerviosa. Lista para reconocer mi parte de la culpa, porque yo sabía ésto y dejé que siguiera, lista para algunos días tristes, para algunas lágrimas en la noche, algunos calambres, lista para depresiones en domingo, para tener que andar sola de ahora en adelante, para sentirme vulnerable por un rato, para enojarme de vez en cuando. Lista para sufrir todo lo que tenga que sufrir, y que se termine de una vez por todas. Espero que todo sea como una inyección de penicilina, que duela de a madres pero me cure pronto. Estoy dispuesta a todo.



Sólo quiero volver a nacer*

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