domingo, 6 de junio de 2010

La distancia llega para rescatarte de aquí

Guerrero, lucha por mí cuando estoy contigo. Estoy aquí, tan cerca que tus latidos cambian el ritmo de los míos, se sincronizan, me arrullan. Tú estas aquí, pero tu espada esta amarrada a mi espalda porque te has cansado de luchar. Esa espada que raspa y corta mi piel, sobre la herida aún abierta. Tú hablas y me enseñas que nunca hay que bajar la cara, me sostienes la barbilla y me obligas a verte a los ojos para prometerte que no me voy a rendir en mi batalla. ¿Yo qué hago cuando tengo que alentarte a ti? Yo soy tu batalla, y tú te doblegas cuando se trata de mí, te aturdes, te tapas los oídos para no escuchar mis palabras, todas ellas buscando una respuesta. Y estando cerca no puedo estar cerca, porque estar cerca es que tú estés lejos. Y estando lejos estoy más cerca, porque me amas más que nunca, me tomas como al santo más sagrado y me pones en un pedestal. Es entonces cuando encuentro fuerza para irme, pero tú me arrebatas la espada y luchas como lo que eres cuando no tienes miedo. Y le das sentido a la luna en mi cadera, y yo me doblego ante el sol que llevas tatuado, porque esa historia de dos astros que separados hacen magia, nos obliga a estar juntos para amarnos otra vez como nunca. Pero duele, porque aún siendo la historia más intensa que en esta vida he sangrado y hasta convertido en un ritual , me condena a vivir enamorada de un guerrero que encuentra su fuerza en la distancia y no en la cercanía de lo que soy. Porque vives de las leyendas...........
"Encontrando mis canciones, esperando de la espera, resumido, de regreso del amor; resignando en positivo cuanto añoro, olvido y pido sin que todo y nada pueda más que yo. Parecido todavía, confirmándome de vida, siempre en falta de dinero y ...sin edad, descerebrándome el corazón justamente sobre la mitad. Entropía acumulada develándome el misterio, comprensiblemente tuyo, nada más. Indoloro de tristeza, deportivo del problema, sin debajo y sin encima, justo sobre la mitad Moribundo y renacido, enterrado y revivido, superando la alegría de vivir, descerebrándome el corazón justo sobre la mitad. A la vuelta de la tierra, a un costado de la guerra, en la paz que vive el ojo del ciclón. No me importa dónde y cuándo ni tampoco cómo y cuánto, siempre sé que voy a dar como lo soy. Ya no hay tiempo más perdido, ni futuro prometido; ya no queda, sólo falta un poco más, descerebrándome el corazón, sobreviviéndome la próxima mitad. Ángel del recuerdo, sombras de la luz, paraíso de mi infierno donde sólo existes tú. Sálvame el invierno, límpiame el azul, grita mi silencio, canta el descontento, humanízame de más. La distancia llega, sana y descongela bajo la piedad del corazón. La distancia llega para rescatarte de aquí, de allá, del más acá. Ángel de las dudas, cuanto más me da más se me desilumina, más se me demorará la canción perdida, la de nunca más, la que va escondida, la enterrada viva, la de la verdad. Cuando no se espera, la distancia llega cuando se precisa recordar. La distancia queda del ayer que fui: lo mejor que me pude salvar. Vivo en la distancia, ángeles de mí, melodeando el sentimiento más pensado que viví."